A veces el cielo deja ver las estrellas

Mi hermano y yo nos acostamos boca arriba y miramos las estrellas Hay unas luminosas que ondean como velas (Una estrella es una herida del tiempo) Otras titilan pero de la timidez se apagan “¿Qué pasará con esas estrellas?” le pregunto a mi hermano, pero él calla (Y se resguarda en el silencio, en la nada) Otras pasan fugaces —como esos misiles que caen sobre Los hambrientos— y se difuminan cuando al endeble cuerpo lo difaman la sangre, la muerte, y la llama Pero, ¿y qué serán de aquellas que perdidas en la nada son arropadas por lo lejos? Cómo será su andar cómo su viaje audaz cómo su tiempo Ahora que lo pienso su viaje de allá hasta acá mastica su cuerpo que es un poco de luz un poco de viento Le cuento el sueño a mi hermano y veo sus ojos hambrientos: “Los escombros, los escombros nos han salvado”, dice, sediento Mi madre muerta, a la muerte invita ...